COMPOSTAJE

En la UDLA, los residuos orgánicos destinados al compostaje provienen del servicio de alimentación de Corteza, Chía y Sensibus. Y de las prácticas académicas de Gastronomía. Estos residuos, que consisten principalmente en restos vegetales y materiales biodegradables sin contenido animal, son recolectados cuidadosamente por el personal de higiene y limpieza subcontratado. Una vez clasificados y registrados, los residuos son trasladados al espacio designado por la universidad para el proceso de compostaje. Allí se integran con material seco y son sometidos a un proceso controlado de descomposición natural. El resultado es un abono orgánico que se utiliza para enriquecer los suelos de las áreas verdes universitarias, cerrando así el ciclo de los residuos orgánicos de manera sostenible.

DESECHOS COMUNES

En la UDLA, los servicios de higiene y limpieza subcontratados se encargan de la gestión específica de los desechos comunes. Este proceso inicia con la recolección diaria en los puntos estratégicos del campus, donde se han dispuesto tachos rotulados exclusivamente para este tipo de residuos. Posteriormente, el personal clasifica visualmente el contenido para asegurar que no haya materiales reciclables o peligrosos mezclados, y registra el peso o volumen aproximado de lo recolectado. Estos datos se sistematizan para llevar un control interno sobre la cantidad de desechos comunes que genera la universidad. Finalmente, los residuos son almacenados temporalmente en un punto central antes de ser retirados por el gestor ambiental autorizado, quien los transporta hacia el relleno sanitario correspondiente. Este manejo permite monitorear el impacto ambiental y tomar decisiones para reducir la generación de este tipo de residuos.

RESIDUOS Y DESECHOS